lunes, 1 de abril de 2013

San Martín de Alcanadre: una ermita en el corazón de un barranco

Recupero una andada que ya hice hace un par de veranos. Por primera vez, os tengo que decir que no es para todos los públicos. El acceso a la ermita es por la escarpada ladera de un profundo barranco y hay que ayudarse por sirgas y cadenas en varios tramos. Por ello, haced este sendero tan solo si estáis en una forma fisica adecuada para las circunstancias que os acabo de comentar.

La ermita de San Martín del Alcanadre se encuentra en un recóndito punto al fondo de un barranco por el que pasa el río del mismo nombre. Es uno de los senderos más espectaculares que ofrece la sierra de Guara en la comarca del Somontano (Huesca, España). Partiendo de Barbastro como punto de referencia, cogeremos la carretera N-240 hacia Huesca. A escasos kilómetros nos desvíaremos en la localidad de Peraltilla y nos dirigiremos hacia la turística población de Bierge. Allí tomaremos la carretera de Rodellar que nos introduce en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.



Al cabo de unos diez kilómetros veremos una pequeña señal a la izquierda que nos indica la dirección a la ermita de San Martín del Alcanadre. Tras andar por una pista forestal llegamos a un espectacular mirador que nos permite dominar visualmente el barranco del río Alcanadre. No es raro poder ver buitres y aves rapaces sobrevolando la zona.



El sendero es duro en esta parte porque hemos de descender al mismo fondo del barranco. Hay que tener mucho cuidado en seguir las indicaciones de sendero porque se trata de un camino muy escarpado. En ocasiones hay que ayudarse de cadenas y sirgas ancladas a la roca para ayudarnos en nuestra ruta. No es apto como excursión familiar y para niños sino para personas que cuenten con cierta experiencia en el montañismo y estén en buena forma física.




Vale la pena el esfuerzo porque llegamos al fondo del barranco que nos ofrece una espectacular imagen del serpenteante río. Cruzamos una pasarela de metal y ascendiendo unas docenas de metros y a resguardo bajo la gran fachada de roca del otro lado del barranco, se encuentra la ermita de San Martín del Alcanadre. Si vais en verano, no dejéis escapar la oportunidad de echaros un chapuzón en las aguas cristalinas de un territorio completamente virgen. La sensación de paz y de belleza es, simplemente, indescriptible.





Tomad fuerzas porque luego queda alrededor de una hora de ascenso hasta llegar al mirador que he mencionado anteriormente. A partir de ahí, el paseo hasta el coche será más llevadero guardando para nosotros el recuerdo de los espectaculares paisajes.

¡¡¡Buena Andadeta!!!