martes, 15 de enero de 2013

Los acantilados de tierra (1h 41')

Dominando el llano del valle del Cinca, con la localidad de Alcolea (Huesca) a sus pies, se erigen las Ripas como un acantilado de tierra que pudieras desmenuzar con las manos. Es un altiplano (un saso, como le llamamos por aquí) con una altura máxima aproximada de unos 350 metros. Esta andada nos acerca hasta el límite superior de las ripas y nos permite bordearlas disfrutando de unas magníficas vistas durante una hora y tres cuartos, entre ida y vuelta, de asequible paseo.

Tomando como punto de partida la ciudad de Monzón, hay que tomar la carretera de Albalate (A-1234) que pasa por las localidades de Pueyo de Santa Cruz y Alfántega. Tras cruzar Albalate de Cinca y el puente sobre el citado río, se llega a Alcolea de Cinca (A-1235) con las Ripas dominando el paisaje. Seguimos dicha carretera internándonos ya en el pueblo hasta llegar a una rotonda. Tomaremos el desvío a la izquierda que lleva a Fraga y Sariñena (A-130) y ascendemos por la parte derecha de este altiplano, una buena oportunidad para ver las extrañas formas que la erosión origina en los débiles materiales con los que están hechos estos montes.

El acceso está a pie de carretera A-130

Justo al acabar de ascender, sin dar tiempo a empezar a llanear, vemos a la derecha una explanada en la que podemos dejar el coche. ¡¡¡Cuidado al cruzar!!! El camino de acceso está al otro lado, donde podremos ver un cartel que nos señala el Mirador de la Santa Cruz. Una vez aparcado nuestro vehículo y cruzada la carretera con cuidado, andamos durante escasos minutos hasta tomar el desvío a la izquierda. Ya no dejaremos ese camino en todo el trayecto.

En los cerca de veinte minutos que nos costará llegar al mirador, podemos apreciar cómo a la derecha nace un valle que se pierde en la lejanía. Se trata de un paseo para disfrutar de las vistas a lo lejos ya que andamos por un páramo sin demasiado interés paisajístico en la distancia corta.

Del Saso nacen valles como el de la imagen

 A unos 25 minutos de iniciar la andada llegamos al mirador de la Santa Cruz. Dominamos Alcolea de Cinca ya que nos encontramos justamente en la vertical con dicha localidad. También se ve perfectamente la vecina Albalate de Cinca. Tendremos que hacer un ejercicio de Photoshop mental para borrar la fábrica papelera cuya visión no es muy edificante que digamos, con sus chimeneas escupiendo humo a pleno potencia.

Mirador de Santa Cruz

Vista del Valle del Cinca
Acceso al mirador

Alcolea, a los pies de las Ripas


Del mirador continuamos nuestro camino, ahora ya bordeando las Ripas, hacia el Tozal Redondo. Tras pasar por delante de unas antenas de telecomunicación llegaremos a dicho tozal de nombre tan descriptivo. Llevamos unos cuarenta minutos de camino. Tenemos oportunidad de pararnos a contemplar las paredes de este saso, que parecen sacadas de una película del oeste.

Tozal Redondo

Detalle de las Ripas


El último tramo de unos diez minutos concluye en un estrechamiento del Saso en el que entre ambos bordes hay tan solo unos cincuenta pasos. Es buen momento para echar un vistazo a nuestro alrededor y desandar el camino.

¡¡¡Buena andada!!!  




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